L@s Alumn@s escribieron un final distinto para el relato "La casa con árboles"
Más tarde lo leyeron en voz alta a sus compañer@s y entre ellos eligieron el más original.
La alumna que ganó con el mejor final según sus compañer@s fue fue Miriam Jímenez Cano.
Por eso colgamos el final de su relato en el blog.
¡Felicidades campeona!
El padre de Carolina estaba
enfermo así que se fue de su empresa para vivir en el campo con su hija
Carolina y su mujer Adriana
Pero Carolina que tenía siete años, ya estaba cansada de está situación y pensó y pensó hasta que por fin se le ocurrió una gran idea que cambiaría sus vidad. Como loca cogió una carga muy pesada y se fue al mercadillo.
Más tarde lo leyeron en voz alta a sus compañer@s y entre ellos eligieron el más original.
La alumna que ganó con el mejor final según sus compañer@s fue fue Miriam Jímenez Cano.
Por eso colgamos el final de su relato en el blog.
¡Felicidades campeona!
FIN DEL CUENTO LA CASA CON ÁRBOLES
Sólo tenían unos cuantos árboles
fuera de casa y como el padre ya no trabajaba estaban en la ruina.
Lo mejor es que ellos tenían cerezos, albaricoques y plataneras para sobrevivir.
Todos los martes a menos de 1 km ponían un mercadillo en el pueblo, pero nunca
se atrevieron se atrevieron a ir al mercado para vender sus productos.
Comían de frutas de desayuno, el caldo de los cocos a mediodía, un poco
de albaricoque, manzana etc y por la noche unas piñas rellenas de dátiles y si algún
día faltaba algo para merendar, merendaban cerezas.
Pero Carolina que tenía siete años, ya estaba cansada de está situación y pensó y pensó hasta que por fin se le ocurrió una gran idea que cambiaría sus vidad. Como loca cogió una carga muy pesada y se fue al mercadillo.
Sus padres pensaron lo peor ¡ayy
la han secuestrado o no se habrá fugado! ¡ayy que vamos a hacer!
Carolina era muy lista a pesar de
tener solo 7 años, dejó una nota a sus padres
que apenas se entendía pero ponía: “papá
estoy harta de la pobreza me voy al mercadillo, el miércoles estoy ya aquí de vuelta y
espero traerme conmigo muchas cosas y dinero chao”
Los padres con esa carta se tranquilizaron pero no mucho.
Llego el miércoles y Carolina trajo de todo: 96 bayas, butano y también
comida como espaguetis, arroz, verduras…Trajo de de todo.
Parece ser que en la ciudad no
hay mucha fruta, porque poca gente tiene
una casa en el campo, así que las frutas tuvieron un éxito atroz en el mercadillo.
Desde ese momento la vida de Carolina y sus
padres cambio definitivamente, porque ya
iban al mercadillo todos los martes.
Poco a poco compraron un piso en
el pueblo y se pudieron permitir algunos
lujos como varios coches, viajes, etc...
Pero lo más importante es que todos juntos vivieron muy felices y la miseria jamás volvió a entrar en sus vidas. FIN
23 de octubre de 2012, 2:26
Seño,somos Alba y Nerea.Felicidades por tener una alumna tan creativa.Y felicidades también a ti Miriam